Ingredientes para el caldo de pollo:
• 1 pollo completo sin piel
• 1½ litro de agua
• 1 zanahoria grande en trozos
• 1 tallo grande de ajoporro (puerro) en trozos
• 1 manojo de cilantro fresco
• 1 tallo grande de célery (apio) en trozos
Ingredientes para el sofrito:
• 4 cucharadas de aceite de oliva
• ½ cebolla grande
• 2 dientes de ajo
• ½ pimentón rojo
• ½ pimentón amarillo
• ½ pimentón verde
• 2 hojas de laurel
• 1 lata de 250 gr. de tomate troceado
• ½ cucharada de comino
• ½ cucharada de pimentón molido
• ½ cucharada de curry
• 1-2 tazas de caldo de pollo
• sal y pimienta a tu gusto
Preparacion para el caldo:
En una olla cubre con agua el pollo limpio y cocínalo junto con los trozos de zanahoria, el ajoporro (puerro), el célery (apio) y el manojo de cilantro fresco por unos 30-45 minutos o hasta que veas que la carne se separa del hueso. Si tienes una olla de presión, cocina por 20-25 minutos.
Saca el pollo del caldo y desmecha finamente cuando todavía está caliente, ya que es mucho más fácil. Reserva la carne del pollo desmechado de lado e igualmente reserva el caldo aparte.
Preparación para el pollo desmechado:
En una sartén grande sofríe en aceite de oliva la cebolla y el ajo cortados en brunoise hasta que estén traslúcidos. Añade la lata de tomates troceados, las hojas de laurel y el pimentón en julianas. Condimenta con curry, pimentón molido, comino, sal y pimienta a tu gusto.
Incorpora el pollo desmechado y revuelve. Agrega un cucharón caldo y deja cocinar hasta que el líquido se haya absorbido. Rectifica la sazón, apaga el fuego y deja reposar.
Guárdalo en un envase hermético y espera a que esté bien frío para meterlo a la nevera. Lo podrás utilizar para cualquier receta durante una semana.
**Nota**
Esta receta de pollo desmechado es muy versátil y la puedes utilizar como base en muchos platos. Si la preparas con antelación y la guardas en la nevera, podrás preparar platos sabrosos que te ayudarán a salir airoso del aprieto cotidiano.
Es una receta que le gusta mucho a los niños y la puedes utilizar para preparar fajitas, quesadillas, simplemente con un rico arroz blanco, para una lasaña, en unos ricos canelones rellenos, sobre una suculenta ensalada, como relleno en unos sabrosos bollos pelones, en un pastel de polvorosa de pollo, finamente dentro de pasta filo, como relleno en una suculenta arepa, en fin, deja libre tu inspiración.
El caldo también lo puedes guardar varios días en la nevera y lo puedes utilizar para preparar rissotto, pastasotto o para cualquier sopita que te provoque.
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